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Esto no puede quedar así.

El sábado salí de Mâcon sobre las ocho y cuarto de la mañana y a las nueve de la noche ya estaba en mi casa, con sólo dos paradas: una para echar gasolina, ambas las dos para hacer algo que no debía hacer dentro del coche y que nadie más podía hacer por mí. Definitivamente, los hábitos de conducción de mi padre se me han pegado. El viaje se puede hacer completamente por autopista o autovía (la parte francesa es de pago y sale por unos 55€ ) y me ha resultado relativamente cómodo: he aprovechado para escuchar unas doce horas de podcastes y me he bebido el primer redbull de mi vida (que, muy seguramente, va a ser también el último). Además de escuchar podcastes y no poder disfrutar del paisaje, un viaje de éstos puede muy bien servir para hacer planes: he pasado por un desvío a Montélimar y definitivamente necesito visitar ese pueblo en el que transcurre "Conte d'automne" de Éric Rohmer y ver si reconozco las calles o el restorán.  No es el único sitio que me llama. Quiero

"Asperge" significa "espárrago".

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Je croissant: la jornada ha empezado con alegría, desayunándome un auténtico croissant francés que he untado con cuarto y mitad de mantequilla. Porque hoy tocaba iniciar el combate a primerísima hora: a las 8:00 clase expert de nivel Terminal con Mme. Chaminadas y la alegre chavalada que dentro de un par de semanas va a enfrentarse a sus exámenes de Bac. Una lluvia ligera me acompaña de camino al lycée pero, oigan, "es agua, no H 2 SO 4 ", así que todo estupendo la última vez que hago el paseo desde la rue Victor Hugo hasta el Boulevard des 9 Clés. Después de la clase de Matemáticas recojo un par de imágenes del edificio B, por hacerse una mejor composición del lugar: El edificio B es el de detrás. Mira: ¡un enchufe! JE L'APPROUVE!! Je lis: Me dejo caer por la biblioteca del centro y su excepcionalmente bien dotada sección de tebeos (aquí "BD") en un ambiente claramente pensado para el disfrute del lector: Así también a mí me entran ganas de leer Je parle: y pas

Borgoñeando bien

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  Primera despedida: hoy ha sido el último día con mi correspondant Mme. Cinarelli, que tan bien me ha recibido y de la que tanto he aprendido. Mañana estaré en otras clases. Salita de profesores en el edificio F. Se llena fácil Hemos empezado fuerte a las ocho con Matemáticas de último año y luego en una pausa nos hemos dedicado a intercambiar información sobre cómo impartimos la materia, notaciones y nomenclatura utilizada y también sobre aspectos menos didácticos y mas profesionales. Luego hemos ido a comer (las 11:30 aquí es una hora perfectamente normal) y un par de colegas han estado hablando de las elecciones del domingo. Después hemos tenido una sesión de "acompañamiento personal" (que viene a ser como una sesión de tutoría) que ha estado bastante interesante, antes de despedirnos por esta ocasión. Pendientes modelo "espiral de Fibonacci", sólo para las mejores profesoras de Matemáticas Poca gente: Me he pasado luego por la sala de profesores para hacer foto

Miércoles, pero sólo a medias

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Hoy miércoles: toca madrugar un poco porque empiezo a las 8:00 con una clase “Expert” de Matemáticas para los del último año. Se trata de ampliar materia sobre el programa, como opción para algunos estudiantes que (huelga decirlo) están particularmente motivados con la materia. Hoy han trabajado sobre congruencias, pero me dice la profesora al cargo que han visto o van a ver números complejos, grafos o cadenas de Markov (entre otras cosas fuera de carta). Vista desde el pabellón F. Lo de la derecha es la cantine.   La otra clase: la otra clase del día es doble; dos horitas seguidas con el grupo de antepenúltimo año con el que tanto disfrutamos ayer en el último tramo. Hoy se ha portado algo mejor. El pabellón F segundos después de las 12. Medio día (sic): el miércoles en Francia sólo hay clase hasta mediodía(sic), así que a las doce y media me subo al coche y me voy a Cluny. Cluny: cuando yo era mocito los libros de Historia lo dejaban claro: en Cluny en el siglo X empezaron los monj

Los martes en Mâcon se sale.

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  Segundo día de trabajo en “la Fábrica” (AKA “l’Usine”). Como mi correspondante tiene reducción de jornada por maternidad, hoy no viene en toda la mañana, así que me cuelo en la clase de su compañera Caroline. Toca hablar de vectores en R2 en un nivel correspondiente a 4ºESO.  Dado que la clase es a las once y yo estoy casi en horario francés, me da tiempo a hacer un poquito de eso que hago yo en la intimidad. Inspira... Espira... Trabajo: lo de los vectores y eso. Todo bien.  Aquí se come a las doce, así que voy a la cantina (oigan: la comida no está nada mal) a volver a encontrarme con una vieja amiga y a conocer a otros colegas. Para mi sorpresa, su conversación antes de que yo llegara giraba en torno a lo mal pagados que están, el excesivo número de alumnos por clase, la mala imagen social del profesorado… Les digo que en España eso no se da y que tales temas no forman parte de la conversación entre profesores: no me creen, claro. Yo tampoco. Amiga que nunca falla. Sobremesa: d

Primer día en el lycée. Después fui a ver obras.

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Hoy empieza el trabajo, que es a lo que he venido a hacer aquí. Me he citado con mi correspondant en la puerta del edificio de administración. Ojo: el edificio de administración. Un único pabellón donde están las administrativas (no he visto ningún hombre), la secretaria de la proviseur y el despacho de la propia proviseur (Mme. Rochas, interina en el cargo).  La entrada al complejo. Poca broma. Presentación: Después de abonar por anticipado las comidas que pienso hacer en la cantina del centro (lo primero es lo primero) y de presentarme a la proviseur, vamos al edificio que alberga la sala de profesores (una sala grande y un par de salidas con sofás, cafetera, etc.) y lo que me dicen es el pasillo de lycée más largo de toda Francia: 300 metros. Como consuelo, los pasillos no son más anchos que los del Cervantes. Ancho no es. Pero largo... Campo de deportes: un rincón ¡A clase!: Y vamos al lío, a otro edificio diferente, esta vez sí, a observar cómo se trabaja en nuestra asignatura e

Vuelvo a Mâcon

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Pues sí: nos hemos embarcado en un proyecto Erasmus+ . Y dentro de este proyecto yo me he venido a hacer jobshadowing* a Mâcon. Empiezo a contar: lo primero, decidí que quería ir de observador a un instituto. Lo segundo, contactar con un centro con buena disposición a acogerme. Aquí llegó el momento de aprovechar la buena relación que el departamento de Francés del Cervantes tiene con el lycée maconés “René Cassin”. ¿Podrían las profesoras con la que tenemos trato ponerme en contacto con el departamento de Matemáticas de allí? Dicho y hecho: Mme. Cinarelli (un encanto de mujer) se ofrece a acogerme durante una semana. Vamos allá. El viaje: 1350 km en coche desde Alcázar hasta Mâcon en dos etapas. Una noche a los pies de la montaña de Montserrat y el resto del tirón hasta la capital de Saône-et-Loire. Muchísimo viento durante todo el camino y nieve (¡a primeros de abril!) antes de llegar a Lyon. Voy a hacer la broma fácil: tuve un recibimiento muy frío. Mâcon, ciudad hermanada con A